Como mejorar la convivencia
En la familia:
La familia es el principal círculo social que una persona puede tener. Y es fundamental realizar actividades que fomenten la convivencia familiar para lograr un sano desarrollo emocional y cognitivo.
Tener una buena relación con los hermanos y padres, fortalece los vínculos afectivos y mejora la autoestima de cada uno de los miembros de la familia. Y para comenzar a mejorar la convivencia de la familia puedes realizar lo siguiente:
1. Dediquen tiempo unos a otros. Apoya a tus hermanos y padres en sus actividades, juegos y aficiones.
2. Traten de comer o cenar la mayor parte de la semana. Si tienen agendas complicadas, programen un día para comer juntos.
3. Dediquen un día a la semana a hacer algo como
visitar a los abuelos, dar un paseo, caminar, jugar, etc. su imaginación
es el límite.
4. Cocinen, limpien, jueguen, duerman, platiquen y rían juntos
5. Sean espontáneos. Cuando
estén juntos disfruten del momento y compartan pequeñas experiencias,
pueden improvisar juegos o simplemente ver una película.
6. Dediquen tiempo para platicar. La comunicación es vital para fortalecer los vínculos afectivos de la familia.
7. Celebren sus logros tanto familiares como individuales. Asimismo, motívense mutuamente para lograr metas.
8. Cuando haya problemas, eviten las discusiones y las malas palabras. El respeto es un pilar fundamental para una sana convivencia familiar. Pueden elegir a alguien como mediador.
En la escuela:
Para poder lograr una convivencia social armónica, debemos
respetar las normas establecidas en la institución, en el aula, en cada
área o asignatura, en todos los ámbitos donde nos movemos. En las normas
se definen y determinan los derechos y deberes, y permiten al individuo
saber cómo actuar correctamente.
a) Resguardarla Identidad Institucional, velando por la adecuada y
correcta convivencia, en relación al vocabulario, presentación personal y
trato dentro y fuera del colegio.
b) Respetar a todos los miembros del colegio( Director, Profesores, Inspectores, Auxiliares de servicios, Manipuladoras).
c) Desarrollar el compañerismo y la solidaridad.
d) Cumplir las normas dela Comunidada la que pertenece.
e) Mantener una conducta de respeto y buena disposición en actos y ceremonias culturales.
En la comunidad:
1. Preséntate a los nuevos vecinos. Aunque creas que no sirve de mucho, conocer a los miembros de tu nueva comunidad de propietarios será muy beneficioso porque sabrán qué existe alguien al otro lado con el que compartir inquietudes y problemas.
2. Cuida los espacios compartidos. Es cierto que no
es tu responsabilidad limpiar el pasillo o el ascensor, pero tampoco es
necesario que los decores con colillas o bolsas de basura en los
rellanos o en las zonas comunes. De hecho, debes cuidar éstas áreas como
si fueran tuyas, ya que compartes su propiedad.
3. Devuelve lo que has pedido prestado. Sin ánimo de
entrar en tópicos, tu vecino ha realizado un gesto de generosidad
prestándote un poco de sal o el martillo que necesitas para colgar un
cuadro. El agradecer ese gesto fomenta la solidaridad y la buena
convivencia, lo que es básico para el decálogo del buen vecino.
4. Modera los ruidos innecesarios y a horas intempestivas.
Con prudencia y sentido común, todo se puede hacer. Estás en tu derecho
de organizar cenas o fiestas, pero piensa en la tranquilidad del
vecino. Tampoco es necesario hacer ruidos intensos,
como pasar la aspiradora, poner música o la televisión a un volumen
elevado. Un vecino cansado y desesperado puede alterar la convivencia y
ser muy peligroso.
5. Dialoga. En la convivencia, es lógico que se generan conflictos y divergencias. Nuestro consejo del decálogo del buen vecino es que dialogues y soluciones con calma los problemas.
Antes de utilizar el recurso fácil de las denuncias o las querellas,
discute los asuntos polémicos antes de la reunión de la comunidad de
propietarios.
6. Postura constructiva. En las reuniones de propietarios, una de las normas del decálogo del buen vecino es adoptar una postura constructiva. Tu actitud ha de ser respetar el reglamento interno de la copropiedad como dueño de un inmueble. La opinión de cada uno de los vecinos propietarios, como tú, es igual de válida que la tuya.
8. Mantén el sentido de comunidad. Si te ha tocado
ser el presidente o algún cargo de la junta de propietarios, no te creas
que te encuentras por encima de los demás. Simplemente, eres un representante que debe velar por el buen funcionamiento y la convivencia de la comunidad.
9. Contribuye a los gastos comunes. Tal cómo te
comentábamos en el punto anterior, el hecho de formar parte de una
comunidad supone asumir que los gastos comunes, como las derramas o las
provisiones de fondos extraordinarias, sirven como inversión para mejorar la calidad de vida común y no son un gasto innecesario.
10. Cultiva las relaciones personales. No has de considerar que todo termina en las cuatro paredes de tu propiedad privada. Vivir en una comunidad de propietarios implica desarrollar una serie de relaciones personales basadas en la cordialidad y la afabilidad en aras del bien común.